EL ALCOHOLISMO
1. Sinónimos
o términos equivalentes
Dipsómano
Abuso de
alcohol
Dependencia
del alcohol
Gran consumo prolongado y
dependiente de alcohol.
2 Definición
El alcoholismo es una enfermedad crónica,
progresiva y a menudo mortal; es un trastorno primario y no un síntoma de otras
enfermedades o problemas emocionales.
La Organización Mundial de la
Salud – OMS, define el alcoholismo
como la ingestión diaria de alcohol superior a 50 gramos en la mujer y 70
gramos en el hombre (una copa de licor o un combinado tiene aproximadamente 40
gramos de alcohol, un cuarto de litro de vino 30 gramos y un cuarto de litro de
cerveza 15 gramos). El alcoholismo parece ser producido por la combinación de
diversos factores fisiológicos, psicológicos y genéticos. Se caracteriza por
una dependencia emocional y a veces orgánica del alcohol, y produce un daño
cerebral progresivo y finalmente la muerte.
Según el Portal de la Salud Mediline Plus el Alcoholismo es una enfermedad
marcada por el consumo incontrolado de bebidas alcohólicas a un nivel que
interfiere con la salud física o mental del individuo y con las
responsabilidades sociales, familiares u ocupacionales. El alcoholismo se
divide en dos categorías: dependencia y abuso.
Las
personas con dependencia del alcohol, el trastorno alcohólico más severo, por
lo general experimentan tolerancia y abstinencia. La tolerancia es la necesidad
de cantidades de alcohol cada vez mayores para lograr la embriaguez o el efecto
deseado. La abstinencia se presenta cuando el consumo se suspende o se reduce.
Las personas con dependencia del alcohol pasan mucho tiempo consumiendo alcohol
y consiguiéndolo.
Los alcohólicos son "bebedores
problema", es decir, pueden tener problemas legales, como beber y conducir
o beber de juerga (tomar seis o más tragos en una ocasión). Las personas que
son dependientes o abusan del alcohol vuelven a su consumo a pesar de la
evidencia de problemas físicos o psicológicos. Las personas con dependencia
presentan problemas más severos y una mayor compulsión a beber.
Sociológicamente,
el alcoholismo es la adicción anormal al alcohol. La base de todos los licores malteados y
destilados: es el alcohol etílico, que en grandes cantidades constituye un
veneno. Según la teoría freudiana, la
apetencia psicológica irreprimible de ingerir alcohol tienen su fundamento en
la homosexualidad reprimida. Sin embargo,
más generalmente, el alcoholismo es una forma de evasión ante los conflictos y
se asocia con frecuencia a sentimientos de inferioridad. El alcoholismo, sin duda alguna, es un factor
criminógeno indirecto de la delincuencia violenta. La intemperancia y la miseria también van
asociados a él. Los perniciosos efectos
del alcoholismo suelen hacerse sentir con intensidad en los miembros no
bebedores de la familia del alcohólico.
El alcoholismos una de las formas del problema de la entrega a un
narcótico para escapar de una situación psicológica o social deprimente.
Nosotros estamos de acuerdo con que el
alcoholismo es una dependencia con características de adicción a las bebidas
alcohólicas. Se caracteriza por un ansia de beber alguna sustancia alcohólica,
pérdida de autocontrol, dependencia física y síndrome de abstinencia. Asimismo, el alcoholismo no está fijado por la
cantidad ingerida en un periodo de tiempo, porque personas afectadas, pueden
seguir patrones muy diferentes de comportamiento, existiendo alcohólicos que
consumen a diario, otros semanal o
mensualmente, e incluso sin una periodicidad fija, si bien el proceso
degenerativo tiende a acortar los plazos entre ingesta e ingesta.
3 Causas
El alcoholismo es un tipo de
drogodependencia.
Hay dos tipos de dependencia en esta
adicción: la física y la psicológica. La dependencia física se revela por sí
misma, cuando se interrumpe la ingesta de alcohol, con síntomas muy claros como
la tolerancia, cada vez mayor, al alcohol y enfermedades asociadas a su
consumo.
El efecto directo del alcohol en el
sistema nervioso son la depresión, como resultado de la disminución de la
actividad, la ansiedad, tensión e inhibiciones. Incluso un pequeño nivel de
alcohol dentro del cuerpo enlentece las reacciones. La concentración y el
juicio empiezan a empeorar. En cantidades excesivas, el alcohol produce una
intoxicación y envenenamiento.
El alcohol también afecta a otros sistemas
corporales. Puede aparecer una irritación del tracto gastrointestinal con
erosiones en las paredes del estómago debidas a las náuseas y vómitos. Las
vitaminas no se absorben bien, y esto ocasiona deficiencias nutricionales en
los alcohólicos de larga evolución. También ocasiona problemas en el hígado
(cirrosis hepática).
El sistema cardiovascular se ve afectado
por cardiopatías. También puede aparecer una alteración sexual causando una
disfunción en la erección del pene en el hombre y una desaparición de la
menstruación en la mujer. El consumo de alcohol durante el embarazo puede
causar problemas en el desarrollo del feto, produciendo el llamado síndrome
fetal del alcohol.
El desarrollo de la dependencia del
alcohol puede ocurrir entre los 5 y 25 años siguiendo una progresión. Primero
se desarrolla la tolerancia alcohol. Esto ocurre en personas que son capaces de
consumir una gran cantidad de alcohol antes de que se noten los efectos
adversos.
Después de la tolerancia aparecerán los
lapsus de memoria. Más tarde aparece la falta del control de beber, y la
persona afectada no puede permanecer sin beber, lo necesita para desarrollar su
vida diaria.
El problema más serio de los bebedores son
las complicaciones físicas y mentales. Algunas personas son capaces de
conseguir un control sobre su dependencia en las fases tempranas antes de la
total pérdida del control.
No hay una causa definida del alcoholismo
pero hay factores que pueden jugar un papel en su desarrollo. Es más probable
el desencadenamiento de un alcoholismo en las personas con algún familiar
alcohólico que en otras que no lo tienen. No se conoce la razón, que puede
encontrarse en anomalías genéticas o bioquímicas.
Entre los factores psicológicos se
incluyen: la necesidad de consuelo para la ansiedad, conflictos en las
relaciones personales, baja estima personal, etc.
Los factores sociales incluyen: la
facilidad de consumo de alcohol, la aceptación social del consumo de alcohol,
estilos de vida de stress, etc...
La incidencia en la dependencia del
alcohol está aumentando. Las estadísticas varían pero aproximadamente un 7% de
adultos en Europa están afectados.
4. Prevención
Hasta que las causas primarias del alcoholismo
sean descubiertas, el problema no puede ser prevenido. De todas formas, los
programas educativos sobre el alcohol dirigidos a los niños y adolescentes y a
sus familiares pueden ser de gran utilidad. Los hábitos sociales correctos son
fundamentales para la prevención de su abuso.
5. Síntomas
Los
principales síntomas son los siguientes:
D
Tolerancia
de los efectos del alcohol.
D
Necesidad
diaria o frecuente de alcohol para su función diaria.
D
Pérdida de
control con incapacidad de interrumpir o reducir el consumo de alcohol.
D
Bebedor
solitario.
D
Dar
excusas para beber.
D
Episodios
de pérdida de memoria asociados al consumo de alcohol (ausencias negras).
D
Episodios
de violencia asociados al consumo de alcohol.
D
Deterioro
en las relaciones sociales y familiares y en la responsabilidad laboral.
D
Absentismo
laboral.
D
Inexplicable
mal genio.
D
Conducta
que tiende a esconder el alcoholismo.
D
Hostilidad
al hablar de la bebida.
D
Negarse a
la ingesta de alimento.
D
Negar la
apariencia física.
D
Nauseas.
D
Vómitos.
D
Vacilación
por las mañanas.
D
Dolor
abdominal.
D
Calambres.
D
Entorpecimiento
y temblores.
D
Enrojecimiento
y capilares de la cara dilatados (especialmente en la nariz).
D
Confusión.
D
Temblores
e incontroladas sacudidas del cuerpo.
D
Cansancio
y agitación.
D
Insomnio.
D
Pérdida de
apetito e intolerancia a toda la comida.
D
Confusión.
D
Alucinaciones.
D
Taquicardia.
D
Sudores.
D
Convulsiones.
D
Problemas
en la lengua.
D
Lacrimeo.
D
Desvanecimiento.
6. Test y análisis
Se hace una historia del consumo crónico o
excesivo del alcohol. La historia debe ser obtenida de la familia si la persona
afectada es incapaz de contestar a las preguntas. Un examen médico hace posible
la identificación de problemas físicos relacionados con el consumo de alcohol.
Un examen toxicológico del nivel de
alcohol en la sangre confirma la reciente ingestión de alcohol (lo que no
necesariamente confirma un alcoholismo).
También se realizan tests de función del
hígado incluyendo GOT, GPT y fosfatasas alcalinas, que se encuentran
anormalmente elevadas.
Esta enfermedad también puede alterar los
resultados de los siguientes tests:
¨
Ácido
úrico.
¨
Osmolaridad
de orina.
¨
Test de
suero de magnesio.
¨
Cuerpos
cetónicos en la orina.
¨
Recuento
absoluto de eosinófilos.
7. Pronóstico
El alcoholismo es el mayor problema de
salud, tanto social como económico. Está implicado en más de la mitad de
accidentes de tráfico y muertes accidentales. Un alto porcentaje de suicidios
se cometen combinando el alcohol con otras sustancias, y hay muchas muertes
relacionadas con el alcoholismo por las complicaciones relacionadas con la
enfermedad. Los programas de tratamiento tienen diferentes resultados, pero
mucha gente con una dependencia del alcohol tiene una completa recuperación.
8. Tratamientos
El tratamiento tiene las siguientes fases:
8.1 Reconocimiento del problema
El tratamiento de las personas con una
adicción al alcohol empieza por el reconocimiento del problema. El alcoholismo
está asociado con la negación, lo que permite al paciente creer que no necesita
tratamiento. La mayoría de las personas con una dependencia del alcohol acceden
al tratamiento bajo presión de otros. Es muy rara la aceptación voluntaria de
la necesidad de tratamiento. Es difícil conocer los mecanismos de defensa que
han permitido seguir bebiendo a la persona con dependencia del alcohol y se
requiere un enfrentamiento con la familia y personas allegadas.
Se debe convencer a la persona cuando está
sobria, y no cuando está bebida o con resaca. Una vez que ha reconocido el
problema, la abstinencia del alcohol es el único tratamiento. Además se pueden
dar programas de soporte, rehabilitación, seguimiento etc. También suele ser
necesario el tratamiento de la familia, porque el alcoholismo crea víctimas
entre la gente allegada.
8.2 La desintoxicación
La desintoxicación es la segunda fase del
tratamiento. El alcohol es escondido bajo control. Se establece una
supervisión. Se recetan tranquilizantes y sedantes para aliviar y controlar los
efectos de la abstinencia.
La desintoxicación puede durar de 5 a 7
días. Es necesario el examen médico de otros problemas. Son frecuentes los
problemas del hígado y otros problemas en la sangre. Es muy importante seguir
una dieta con suplementos vitamínicos. Pueden aparecer complicaciones asociadas
a los síntomas físicos agudos, como depresión y otros problemas que deben ser
tratados.
8.3 Programas de rehabilitación
Los programas de rehabilitación están para
ayudar a las personas afectadas, después de la desintoxicación, a mantenerse en
la abstinencia de alcohol. Estos programas incluyen diversos consejos, soporte
psicológico, cuidados de enfermería y cuidados médicos. La educación sobre la
enfermedad del alcoholismo y sus efectos es parte de la terapia. Muchos de los
profesionales involucrados en estos programas de rehabilitación tienen que
seguir programas de reciclaje.
8.4 Terapias de aversión / repugnancia
También hay terapias de aversión /
repugnancia en las que se utilizan drogas que interfieren en el metabolismo del
alcohol y producen efectos muy desagradables, aún cuando se ingiera una pequeña
cantidad de alcohol en las 2 semanas después del tratamiento. Esta terapia no
se utiliza en mujeres embarazadas ni en personas con otras enfermedades. Este
tipo de terapia debe ser utilizada con consejos de soporte y su efectividad
varía en cada caso.
Alcohólicos Anónimos es un grupo de ayuda
en la reconversión de alcohólicos que ofrece ayuda emocional y afectiva, bajo
un modelo de abstinencia, a la gente que se está rehabilitando de la
dependencia del alcohol. Hay más de un millón de socios en todo el mundo, y se
encuentran pequeños grupos en pequeñas ciudades a lo largo de toda Europa.
9. Farmacología
A diferencia de la desintoxicación de
opiáceos como la heroína, la cual puede ser muy desagradable, y en raras
ocasiones con fatales consecuencias, dejar el alcohol puede llegar a matar al
enfermo si no tiene un tratamiento médico adecuado. El método farmacológico de
desintoxicación para alcohólicos se basa en el hecho de que el alcohol,
barbitúricos y benzodiazepinas provocan efectos bastante similares en el
cerebro, y por lo tanto, unos pueden sustituir a los otros. Debido a que las
benzodiazepinas son las drogas más seguras de las tres, se interrumpe la
ingestión de alcohol que se substituye por alguna benzodiazepina de larga
duración, como por ejemplo el Valium con el fin de controlar el síndrome de
abstinencia.
Otros fármacos que se emplean para el
tratamiento del alcoholismo son Disulfiram y Naltrexone. Se emplean para
mejorar el acatamiento del régimen de abstinencia y estándares de la farmacopea
tales como anti - depresivos, ansiolíticos y otros psicotrópicos que se usan
para tratar desórdenes profundos en el estado anímico, neurosis y psicosis
asociadas a los síntomas que padecen los alcohólicos.
10. Cálculo
del consumo excesivo de alcohol
Existe una sencilla fórmula para averiguar
si se está consumiendo una cantidad excesiva de alcohol con los perjuicios que
ello supone, mediante el cálculo de los gramos de alcohol. Esta fórmula
consiste en multiplicar la cantidad de bebida en miligramos o centímetro
cúbico por el número de grados de
alcohol y por 0,8, y este resultado se divide por 100 para conocer los gramos
de alcohol de la bebida en cuestión En los hombres, debido a su tolerancia
superior al alcohol, podemos considerar bebedores excesivos a aquellos que
superen los 40 gramos de alcohol diarios. En el caso de las mujeres esta tasa
tiene no debe superar los 24 gramos de consumo diario de alcohol para que no se
las considere bebedoras excesivas.
11. Bebidas
alcohólicas
Las bebidas alcohólicas son bebidas que
contienen el etanol (conocido popularmente como alcohol). La dependencia a las
bebidas alcohólicas se denomina alcoholismo.
Atendiendo a la elaboración se pueden
distinguir entre bebidas producidas por fermentación alcohólica (vinos,
cervezas, hidromiel, sake) en las que el contenido en alcohol no pasa de 18-20
grados, y las producidas por destilación, generalmente a partir de un producto
de fermentación (licores, aguardientes, etc.)
Las bebidas alcohólicas son: Absenta, Aguardiente, Brandy – Coñac, Cachaça, Cava –
Champán, Cerveza, Cóctel, Hidromiel,
Ginebra, Grappa, Orujo, Pisco, Ron, Sake, Sidra, Singani, Tepache, Tequila,
Vino, Vodka, Whisky.
12. Ebriedad
La ebriedad o embriaguez, es el estado de
intoxicación con el alcohol (es decir, etanol) a un grado suficiente como para
deteriorar las funciones mentales y motorices del cuerpo. Una persona que
habitualmente se intoxica de este modo se etiqueta como "alcohólico",
también es referido a menudo como "borracho" en lenguaje vulgar. Y en
lenguaje mas formal "DIPSOMANO"
12.1 Actitudes culturales
Muchas sociedades tienen estereotipos
culturales asociados con la ebriedad; mientras algunos consideran a aquellos
capaces de beber grandes cantidades de alcohol como dignos de respeto, otros lo
consideran como un serio problema moral. Discutiblemente, tal actitud se puede
abordar como patológica, puesto que puede conducir al alcoholismo. En muchos
lugares públicos donde se consumen bebidas alcohólicas tales como los bares, el
hecho de rechazar el consumo de alcohol puede ser interpretado como
"negativo" y por lo tanto puede generar la desaprobación social. Sin
embargo, una persona intoxicada con alcohol frecuentemente se considera incapaz
de controlar sus límites naturales de consumo y por consiguiente puede ser
tratada con desconsideración, debido a la molestia de su estado.
Los primeros síntomas de la embriaguez
normalmente son considerados positivos, por lo menos inicialmente. Cuando los
efectos disminuyen, comienza una “resaca” (
) asociada con la ebriedad, como resultado de la deshidratación y
agotamiento.
Los antiguos Griegos creyeron que podían
prevenir la ebriedad al poner un pedazo de amatista en los vasos o en la boca
mientras se bebía. Y de hecho, el nombre de la gema se refiere a esta creencia
(en antiguo Griego "a-methyst" significar "no intoxicado").
Muchas religiones desalientan o prohiben
el consumo del alcohol. El Corán, o el libro del Islam, declara que Dios
prohibe a la humanidad el consumo del alcohol debido a los efectos dañinos para
el cuerpo, para la vida y la familia del consumidor, por problemas sociales que
acarrea, y la distracción del pensamiento hacia Dios.
Según el catecismo de los estados
católicos de la iglesia en el párrafo 2290: "la virtud del temple nos
dispone evitar cada clase de exceso: el abuso del alimento, del alcohol, del
tabaco, o de la medicina. Los que incurren en culpabilidad grave, que por
embriaguez o un amor de la velocidad, ponen en peligro sus seguridad propia y
la de otros en el camino, en el mar, o en el aire." La iglesia no prohibe
el uso del alcohol si se hace dentro de la moderación.
Los budistas se abstienen del alcohol para
evitar dañar otros inadvertidamente. La intoxicación de la mente también está en
desacuerdo con la enseñanza de la meditación.
13. Efectos del
alcohol en el cuerpo
Los efectos del alcohol sobre el cuerpo
toman variadas formas.
El alcohol, específicamente el etanol, es
una potente droga psicoactiva con un nivel de efectos secundarios. La cantidad
y las circunstancias del consumo juegan un rol importante al determinar la
duración de la intoxicación, por ejemplo, al consumir alcohol después de una
gran comida, es menos probable que se produzcan signos visibles de intoxicación
que con el estomago vacío. La hidratación también juega un rol, especialmente
al determinar la duración de las resacas.
El alcohol tiene un efecto bifásico sobre
el cuerpo, lo cual quiere decir que sus efectos cambian con el tiempo.
Inicialmente, el alcohol generalmente produce sensaciones de relajo y alegría,
pero el consumo posterior puede llevar a tener visión borrosa y problemas de
coordinación. Las membranas celulares son altamente permeables al alcohol, así
que una vez que el alcohol está en el torrente sanguíneo, se puede esparcir en
casi todos los tejidos del cuerpo. Tras el consumo excesivo, puede aparecer la
inconciencia y a niveles extremos de consumo pueden llevar a un envenenamiento
por alcohol y a la muerte (una concentración en la sangre de 0.55% matará a la
mitad de la población). La muerte puede ser causada por asfixia si el vómito,
un resultado frecuente de la ingesta excesiva, obstruye la tráquea y el
individuo está demasiado ebrio para responder. Una respuesta apropiada de
primeros auxilios a una persona inconsciente y ebria es ponerla en posición de
recuperación.
La intoxicación conduce frecuentemente a
una baja de las inhibiciones de uno, y la gente intoxicada hará cosas que no
haría estando sobrios, a menudo ignorando las consideraciones sociales, morales
y legales. El término intoxicación es usado típicamente en procedimientos
legales cuando se ha cometido algún crimen durante el estado de ebriedad.
13.1 Acción sobre el cerebro
El etanol es rápidamente absorbido por el
corriente sanguíneo, alcanzando el cerebro y el resto de las células del
cuerpo. Como molécula pequeña es capaz de cruzar la Barrera hematoencefálica
del cerebro. Por razones que aún están siendo investigadas, la llegada del
alcohol al cerebro produce el lanzamiento de dopamina y endorfina al torrente
sanguíneo, lo cual produce euforia. Posteriormente el efecto depresivo causado
por el alcohol se debe a que actúa sobre los canales BK de potasio, los cuales
son calcio dependiente. El etanol potencia la actividad de los canales BK lo
cual disminuye la excitabilidad de la neurona. El etanol actúa sobre el
neurotransmisor GABA, aunque sea ha cuestionado si este es realmente una
consecuencia directa del efecto producido en los canales BK. Los efectos sobre
la GABA son similares a los producidos por los ansiolíticos tales como el
diazepan y benzodiazepan. GABA es un neurotransmisor inhibidor, lo cual
significa que retarda o inhibe el impulso nervioso. El etanol incrementa la
eficacia de GABA actuando a través de los receptores GABA
Cuando es usado por durante un periodo de
tiempo prolongado, el etanol cambia el número y tipo de receptores de GABA, lo
cual es responsable de los cambios violentos en el comportamiento del
individuo. El etanol interviene en la sinapsis provocando la muerte de las
células nerviosas. Esta muerte se debe al incremento de la concentración
intracelular del calcio, lo cual tiene varios efectos entre los cuales destaca
la secreción de proteasas, las cuales degradan las proteínas celulares.
14. Delirium
tremens
Se denomina delirium tremens - locución
latina que significa "delirio tembloroso"- a un estado morboso
asociado a la intoxicación alcohólica aguda (por etanol), si bien también
aparece como complicación en una intoxicación por benzodiacepinas y barbitúricos.
Únicamente se presenta en individuos con un largo historial de consumo de
alcohol. Unas fuentes sugieren que el delirium tremens se manifiesta comúnmente
alrededor de 18 o 24 horas después de haberse interrumpido la ingesta de
alcohol, aunque otras indican que entre 72 a 96 horas después de haber bebido
por última vez, resolviéndose en 3 a 5 días, y que puede aparecer incluso en
proceso de ingesta de alcohol.
Los síntomas incluyen fuertes temblores
incontrolables en las extremidades, así como intensas alucinaciones
terroríficas (ataques repentinos de insectos, ratas...). Al revés que las
alucinaciones propias de la esquizofrenia, que son auditivas, en el delirium
tremens son básicamente visuales.
El delirium tremens se caracteriza además
por presentar componentes neurosiquiátricos como la confusión, agitación y
signos de hiperactividad autónoma, tales como midriasis, diaforesis,
taquicardia y taquipnea.
Provocan
este síndrome alrededor del 5 % de las intoxicaciones alcohólicas agudas. Como
en el caso de otras intoxicaciones parecidas, puede resultar fatal. La
mortalidad ronda el 35 % si no se trata a tiempo. Pero un tratamiento oportuno
reduce este índice al 5 %.
Posiblemente, factores psicológicos
también sean responsables del síndrome.
El tratamiento suele ser a base de
sedantes del tipo diazepam (Valium) u oxazepam, y en algunos casos se
administran también antipsicóticos, como el haloperidol, hasta que remiten los
síntomas. Si el paciente es epiléptico, las convulsiones se tratan
conjuntamente.
CAPÍTULO III
RELACIÓN ENTRE ALCOHOL
Y VIOLENCIA
1. Introducción
En
el pasado, la sociedad casi siempre excusaba a los hombres por cometer actos violentos contra las mujeres cuando
estaban borrachos. Sin embargo, hoy en día ya la gente no acepta tal comportamiento
como normal.
El
alcohol y la violencia doméstica tienen algunas cosas en común:
•
Ambos pueden ser transmitidos de generación en generación.
•
Ambos involucran la negación y minimización del problema.
•
Ambos pueden causar que el abusador y la víctima se sientan aislados.
•
Ambos se derivan de una necesidad de poder y control.
2. Cómo Empieza la
Violencia
El
destructivo hábito de beber y la violencia en el hogar pueden existir antes del
matrimonio. Los malos hábitos pueden comenzar en los días de citas en la adolescencia,
algunas veces después de observar que los padres exhiben los mismos
comportamientos.
Siempre
que ocurran el hábito destructivo de beber y la violencia, una pareja estará
ejerciendo poder y control sobre la otra.
Una
mujer que se convierte en víctima del
abuso está en riesgo de abusar del alcohol y otras drogas para escapar
del dolor y la vergüenza del abuso. Algunas parejas abusivas fuerzan a la mujer
a beber o a tomar drogas bajo la amenaza de más violencia. La mayoría de las mujeres no se dan cuenta de
que beber alcohol (en cualquier cantidad) las pone en riesgo de violencia.
El
alcohol puede estar conectado con la violencia doméstica, aunque uno no cause
el otro. No todos los hombres que abusan del alcohol se tornan violentos.
Algunos hombres son violentos ya sea que beban o no.
3. Ciclo de la
Violencia
Por
lo general la violencia doméstica ocurre en ciclos. Si no se hace nada para
detenerla, la violencia puede repetirse de generación en generación. La
violencia también ocurre cíclicamente en las etapas de una relación entre dos
personas. Las etapas incluyen:
3.1 La Fase de Luna de Miel
Ambas
parejas exhiben su mejor comportamiento
y comparten un sentido de emoción y novedad. Se intercambian regalos. El
alcohol puede estar presente sólo en ambientes sociales o románticos. No hay un
verdadero aumento del hábito de beber.
3.2 La Fase de Creación
de Tensión
Después
de varios meses o un año, la mujer siente que se crea tensión y nota señales de
temperamento o criticismo de parte de su pareja. Ella puede tratar de minimizar
los problemas y tiende a sentirse como si estuviera “caminando sobre cáscaras
de huevo”. En algunas, pero no en todas las relaciones abusivas, el hombre
puede empezar a beber con exceso. A medida que crece la tensión, el abuso del
alcohol se puede convertir en un problema, jugando un papel principal en
ataques verbales y violencia menor.
Algunas mujeres pueden beber para disminuir la tensión.
3.3 La Fase de Maltrato
Serio
En
esta etapa, la violencia que resulta puede ser severa, requiriendo atención
médica para fracturas, cortes y quemadas. Un hombre que abusa tanto del alcohol
como de su pareja puede empezar a depender del alcohol para aliviar sus
sentimientos de impotencia, culpa y tensión. Las mujeres también pueden usar el
alcohol para escapar del dolor físico y emocional.
Después
de un episodio de violencia, el comportamiento del hombre puede cambiar
dramáticamente. Se torna encantador, lo que conduce a la siguiente fase.
3.4 La Fase de Luna de Miel
El
hombre se siente culpable por la violencia y pide perdón. Se comporta de manera
similar a cuando estaban en los principios de la relación. Le dice a la mujer
cuánto la quiere y cuánto la necesita. Si ha estado abusando del alcohol, puede
parar de beber. Ya sea que el alcohol esté involucrado, en cualquier relación
abusiva, la fase de luna de miel eventualmente conduce al siguiente ciclo de la
violencia.
4. La Importancia
de Reconocer el Problema
Las familias
que experimentan el abuso del alcohol y el físico tienen una sólida necesidad
de negar el problema. La gente que no experimenta los problemas directamente
también necesita reconocer el problema en sus comunidades. Se estima que 3
millones de niños entre las edades de 3 y 17 años están en riesgo de exposición
a la violencia de los padres cada año.
Muchas
personas no están conscientes del impacto el abuso doméstico y del alcohol que
tienen sobre los niños. Los niños pueden carecer de esperanzas y sentirse
indefensos.
Viven con el
temor y la vergüenza. Los bebés podrían
no prosperar o sentirse alejados de sus cuidadores. Los niños podrían registrar
su trauma físicamente. Pueden quejarse de dolores de estómago, dolores de
cabeza y problemas con el sueño. Los niños también pueden sufrir descuido
debido a que no se atienden sus necesidades físicas y emocionales. Los niños
mayores podrían tornarse agresivos, deprimidos, o tener un bajo desempeño
escolar. Además, los niños pueden
hacerse adictos al alcohol o drogas para escapar de su vida hogareña.
Violencia de
las Citas de Adolescentes
El alcohol
juega un gran papel en las relaciones abusivas entre adolescentes. Más del 60
por ciento de las agresiones sexuales involucran el alcohol. En efecto, uno de
cada cuatro adolescentes experimentará abuso sexual o no - sexual para cuando
terminen el colegio o lleguen a los 21 años de edad. Las relaciones abusivas
entre adolescentes siguen los mismos patrones de las parejas de mayor edad. Sin
embargo, los efectos de la violencia sobre las adolescentes pueden incluir:
• Desórdenes
alimenticios
• Uso de
alcohol y drogas
•
Dificultades para dormir; enfermedades físicas relacionada con la tensión
• Depresión;
tendencias suicidas; mayor aislamiento de los amigos
• Falta de concentración
y bajas calificaciones en la escuela.