lunes, 8 de octubre de 2012

Las sustancias adictivas y su consumo Cuarta Parte


Dos químicos que trabajaban para la
empresa Bayer, Emil Fischer y Joseph von Mering, 
encontraron en 1903 que el barbital 
 (uno de los derivados obtenidos del acido 
barbitúrico)
tenía un efecto sedante, por lo que 
este fármaco se comenzó 
a comercializar con el nombre de Veronal.

Sus creadores murieron siendo adictos 
a esta sustancia y probablemente por una 
sobredosis de la misma.
Clasificación

Estimulantes: cocaína, anfetaminas.
Depresores o sedantes: alcohol, barbitúricos (butisol, amytal, etc.)
Narcóticos: opio, morfina, heroína.
Alucinógeno: LSD, marihuana, peyote, hongos.
Solventes: thinner, pegamento, gasolina, aerosol, quita esmalte.

Barbitúricos

Son los fármacos más utilizados en los países desarrollados. En 1887 se describieron los primeros cuadros de dependencias a tranquilizantes como el paraldehído, habiéndose extendido posteriormente a sustancias como cloral, barbitúricos, bromureído, diacepan, meprobanato, matacuolona, etc. El consumo de estas sustancias está extendido en toda la población sin haberse detectado grupos sociales o de edad determinados, aunque están más predispuestas las mujeres. En pequeñas dosis se utilizan como ansiolíticos, es decir, como fármaco que mitigan la angustia e intranquilidad, y en grandes cantidades sus efectos son embriagadores, similares a los que puede producir el alcohol.

Estas sustancias provocan una dependencia física y psíquica, así como tendencia a aumentar el consumo por el grado de tolerancia que poseen. Los sujetos con base neurótica son los más predispuestos a la dependencia de esta sustancia, al desear aliviar la ansiedad que sufren. La mortalidad por sobredosis es elevada, siendo el tipo de fármaco más usado para el suicidio. El consumo simultáneo con alcohol es frecuente, creando interacciones potenciadoras de los efectos de ambas drogas, caracterizadas por trastornos en la coordinación psicomotriz y por el descenso del nivel de conciencia. A grandes dosis pueden presentarse cuadros comparables al "delirium tremens" del alcohol.
Determinados toxicómanos consumen esta sustancia en unión de otras como alcohol, café o anfetaminas, llegando a situaciones de perturbación psíquica y física muy importantes y afectando muy notoriamente el autocontrol. La dependencia aparece después de varios meses de haber ingerido dosis diarias, aunque depende del tipo de barbitúrico. El consumo continuado durante años llega a cambiar la personalidad, transformándola en más irritable, depresiva, y comporta pérdida de memoria y concentración. Con el tiempo los síntomas van instalándose en el sujeto pudiendo quedar una obnubilación mental permanente. En fases muy avanzadas aparecen crisis crepusculares, desorientación y alucinaciones que remiten en varios días tras disminuir o abandonar el consumo pero que pueden extenderse hasta dos meses.

Los barbitúricos son potentes depresores del sistema nervioso central y su potencial adictivo es muy alto. Actúan sobre los receptores GABA, que son receptores del ácido gamma-aminobutírico, que a su vez es el neurotransmisor inhibitorio más importante del sistema nervioso central. También actúan bloqueando los receptores de glutamato (neurotransmisor excitatorio), lo que potencializa su acción depresora. Sus efectos duran hasta 15 horas después de la ingesta.

Existen barbitúricos de acción corta y acción prolongada. Estas clasificaciones se hacen con base en el tiempo que tardan en abandonar el organismo del individuo, lo que es conocido como vida media de eliminación.

Efectos Inmediatos

Físicos
  • Efecto anticonvulsivo.
  • Somnolencia o coma.
  • Baja de la frecuencia cardiaca.
  • Descoordinación.
  • Respiración superficial.
  • Lentitud en el discurso oral.
  • Discurso poco claro.
  • Inhabilidad para controlar funciones corporales simples (caminar, equilibrio, etc.).
  • Mala articulación del lenguaje.
  • Marcha titubeante.
  • Sobredosis: coma con posibilidad de muerte.
  • Combinados con alcohol: coma con posibilidad de muerte.
Psicológicos
  • Alivio de la tensión y la ansiedad.
  • Somnolencia.
  • Alteración del nivel de conciencia.
  • Dificultad para pensar.
  • Disminución de la memoria.
  • Deterioro de la capacidad de discernimiento.
  • Sentimiento de borrachera / intoxicación.
  • Pereza.
  • Inestabilidad emocional.
Efectos y Secuelas a largo Plazo
Después de un periodo de abuso de barbitúricos, se presentan algunas de las siguientes secuelas físicas y mentales:

Físicos:
  • Adicción.
  • Cansancio crónico.
  • Falta de coordinación general.
  • Mareos.
  • Disminución de los reflejos y la respuesta a los estímulos externos.
  • Disfunción sexual.
  • Irregularidades menstruales.
  • Desórdenes respiratorios.
  • Daño hepático y renal.
  • Dolor en los huesos.
  • Pérdida del apetito.
  • Debilidad de los músculos.
  • Pérdida de peso (inusual).
  • Ojos o piel amarillos (debido a daño hepático).

Psicológicos:

  • Adicción.
  • Pérdida de la memoria.
  • Ansiedad.
  • Depresión.
  • Insomnio.
  • Irritabilidad.
  • Cambios en la lucidez mental.
  • Disminución en el desempeño
  • interpersonal.

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