El alcohol mata a más personas que las enfermedades mortales

El 4% de las muertes en el mundo son causadas por el alcohol, esa sustancia que puede volver alegre al que está triste, invitar a bailar al tímido, hacer chistes al que jamás habló en público, esa misma es la responsable de millares de muertes por año. Este 4% e traduce en 2.5 millones de defunciones al año, muchos más que el sida, la violencia o la tuberculosis, esto lo advierte un informe de la OMS (Organización Mundial de la Salud).

Muchas vidas de jóvenes se ven afectadas por esta droga y muchos terminan su vida en un desenlace fatal, además es el precursor de las lesiones y la violencia en la familia y las calles.

Las políticas encargadas del control de la alcoholemia hoy en día continúa siendo muy frágil y no figura entre las prioridades de los gobiernos que a pesar de conocer y ser consientes del impacto negativo que esta droga tiene para sus pueblos, ponen otros aspectos por encima en la lista de relevancia. Y no hay que olvidar que el alcohol no solo provoca el daño físico del cuerpo por su propia nocividad, además se suman los accidentes de tráfico, la violencia, las enfermedades, el ausentismo laboral y el maltrato infantil.

Según afirman estos estudios 2,5 millones de personas mueren cada año por estas causas que desarrollábamos anteriormente, todas relacionadas al consumo de alcohol. La mayores muertes se dan en los varones entre 15 y 59 años.

La ingestión de alcohol es la principal causa de percances del tránsito, que causan cientos de muertos anualmente en el país. A nivel mundial fallecen más de 1,2 millones de personas al año a consecuencia de la misma “epidemia”.

Pese a la alta taza de fallecimientos en accidentes de tránsito, la mayoría de los conductores de vehículos circulan alcoholizados los fines de semana. 

En los últimos tiempos los motociclistas son los principales protagonistas.

Un informe elaborado por un Foro de Actores para la Seguridad Vial en América Latina y el Caribe indica que los accidentes de tránsito ocasionan anualmente la muerte de más de 1,2 millones de personas en el mundo. Esta cifra tiende a duplicarse para el 2020.