En contrapartida a la magnitud del problema de la drogadicción en nuestro país, que se propaga vertiginosamente entre los jóvenes mediante la descarada oferta de crack o “chespi” en las calles, en las plazas y hasta por Facebook, las instituciones que ofrecen tratamiento son escasas. Los centros, que son sin costo, carecen de suficientes plazas e infraestructura para abarcar la creciente demanda.
Como el chico no tenía todo el dinero,
el vendedor le pidió hasta su
bicicleta, para completar el pago.
Fuente abc color
|
La reciente aprehensión de un joven de 19 años que ofrecía crack por Facebook a un niño de 13 años, nos demuestra hasta qué punto el microtráfico se las ingenia para adaptarse a los nuevos tiempos y extender su nivel de penetración en la sociedad.
Pero si los microtraficantes están a la vanguardia en lo suyo, en lo que respecta al tratamiento de rehabilitación, definitivamente, nos quedamos muy atrás.
30 plazas para todo el país
El Centro Nacional de Control de Adicciones es la única institución estatal que ofrece tratamiento de desintoxicación en todo el país. Cuenta con dos unidades para el efecto, una para niños y adolescentes y otra, para adultos, con 15 plazas cada una. La lista de espera es interminable, según lo indicado.
El tratamiento consiste en la internación del chico por un mes para desintoxicación. Posteriormente, el paciente continúa el tratamiento en forma ambulatoria.
El Dr. Manuel Fresco, director del CNCA, es consciente de la imposibilidad de dar una respuesta efectiva a la problemática con la infraestructura actual.
La Secretaría Nacional de la Niñez cuenta con un albergue para chicos en situación de calle con problemas de adicción.
El local no ha sido creado para ofrecer tratamiento de rehabilitación, sino abrigo y contención al chico adicto, con el propósito de alejarlo de los factores que lo predisponen a la drogadicción.
En una iniciativa sin precedentes, la Municipalidad de la ciudad de Encarnación habilitó un centro de tratamiento y rehabilitación para niños y adolescentes usuarios de droga en situación de calle, totalmente costeado por la Comuna.
Las clínicas privadas, cuyo costo varía de G. 3 a 10 millones mensuales, son prácticamente de imposible acceso para las familias de clase media a baja.
También hay grupos de apoyo que ofrecen una alternativa de tratamiento, generalmente solventados por grupos religiosos, para paliar el vacío existente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario